jueves, 27 de agosto de 2009

MOMENTOS

Todos los días a las 7 y cuarto, la madre baja del baúl la silla de rueda, la despliega y baja a su hijo quien solo mueve muy poco los brazos, pero se ve que su cerebro funciona bien.
Lo lleva a la escuela secundaria que está frente a mi trabajo.
Los veo a través de la ventana. El chico, no tan chico,protesta, se pelea con el hermano, le dice cosas a la madre. Todo mientras la madre lo abraza para sacarlo del auto y sentarlo en la silla de ruedas.
Todos los días la madre lo debe depertar, vestirlo, darle el desayuno.
¡Y, los hijos exigen!
No recuerdo haberme preocupado si mis viejos tenian o no dinero para el colectivo cuando iba a la escuela. Claro ló tenía allí cuando me levantaba para irme.
Son cosas que a uno le vienen a la mente ahora a la distancia y cuando nuestros hijos exigen.
Tal vez estén para eso.
De todos modos siempre hay padres que hacen lo imposible para que sus hijos estudien o lo pasen lo mejor posible.
Es una tarea silenciosa, porque uno lo hace porque le sale de adentro, sin esperar nada.
Un reconocimiento a esa madre que todos los días a las 7 y cuarto despliega la silla, abraza a su hijo, lo sienta y lo lleva a la escuela y a todas aquellas que todos los días hacen lo mejor para sus hijos, sin esperar nada a cambio.
Sería lindo que algun día algunos les digan solo "gracias".
Chau.




lunes, 24 de agosto de 2009

El domingo en la muestra de artesanos









































































lunes, 10 de agosto de 2009

Los colores de Los Solares:

El verde brilloso de los árboles en el verano.


El rojo de los, popularmente conocidos, limpia-tubos.

El amarillo del pasto quemado por la helada.

El marrón de las hojas secas que, cada tanto, hay que barrer. O del ambiente, en plena tormenta de tierra.

El naranja de las piedras con que arreglaron varias calles del barrio.

El azul del cielo en las mañanas frescas.

El plateado de las estrellas, que nos animamos a disfrutar en las noches calurosas.

El esperanza, de que cada día se presente tranquilo y ofrezca otra aventura para vivir.

Gabriela Adell




TRABAJO DE HORMIGA

En el mes de julio se conmemora otro aniversario de nuestra independencia, y cuanto cuesta mantener la independencia en todos los ámbitos de nuestra vida., sobre todo en el aspecto económico (el vil metal maneja, lamentablemente, la mayor parte de nuestras vidas).
La Nación depende de que entidades internacionales le presten dinero para poder desarrollar ciertas actividades que sola o sin dinero no podría realizar. Las provincias y los municipios dependen de la coparticipación y así una cadena de echar culpas de por qué no se hacen las cosas.
Ni hablar si se quiere desarrollar un proyecto particular y sobre todo que no genere ganancias, menos todavía de proyectos culturales, que cada vez son más visto como una cosas raras.
La tinelización llega a niveles cada vez más altos y la política no quiere quedar afuera, lo peor es que ciertos dirigentes piensan que si no están allí quedarían al margen. Elecciones sin propuestas y cargada de agravios, (en parte tienen razón porque si no están allí nadie los conocería y menos los votarían).
Pero más allá de los impedimentos económicos, del auge de programas de cuarta que creen que porque es masivo es bueno, se sigue avanzando. La independencia en nuestro país tardó casi diez años en declararse si tomamos que comenzamos a gestarla desde aquellas invasiones inglesas, pasando por el 25 de mayo, batallas contra españoles hasta llegar a la casita de Tucumán y firmarla oficialmente.
Es un trabajo de hormiga diría Pocho, que aún vive, pero no imposible que se lleve a cabo y desde aquí convocamos a todo quienes quiera escribir o charlar sobre cosas que puedan enriquecer la historia de nuestro barrio y nuestra ciudad para poder así conocernos un poco más. Las páginas están abiertas y el micrófono también.