sábado, 4 de abril de 2009

RECUERDOS

Hace unos días, y raíz de la muerte de Alfonsin, recibí varias opiniones, entre ellas la de un compañero (con perdón de la palabra) de aquellas épocas de estudiante de periodismo.
Gratos recuerdos volvieron a mi mente y sobre todo lo raro que era en una escuela de periodismo que no practicáramos radio, ni tv. Era todo escrito. Y fue así que nació “Periodiscidio”, diario mural creado por nosotros para poder escribir lo que sentíamos en esos momentos.
Comenzamos a estudiar en el año 1983, fin de la dictadura y comienzo de la democracia. Estábamos casi todos empapados en las propuestas de cada partido. Íbamos a todos los actos políticos. Teníamos ganas de participar (caso contrario a lo que sucede en este momento).
Creo que fuimos distintos para el ISET y si no fue así nos cagábamos de risa.
Gracias a todos por haber formado parte de mi vida en algún momento de ella.
Aquí el texto que mandó Raúl García


Murió Alfonsin.
Siempre le admiré la valentía de Grinspun y su celebre frase al FMI (“si quieren me bajo los pantalones, así me rompen el culo”).
La verdad, no era santo de mi devoción pero tampoco lo tenía demonizado.
De todos modos siento que se murió “algo” nuestro.
Nosotros también tuvimos, salvando las distancias, nuestro Perón y ese fue Alfonsin. Un poco más desgrasado, más “diet”, porque era otro el momento histórico y la vida era y comenzaba a ser distinta.
Como la Revolución Sandinista fue nuestra Revolución Cubana y por eso terminó pronto y con un líder acusado de violación.
Ayer, cuando escuché la noticia, recordaba lo que discutíamos de política en La Cebra mientras nos tomábamos un café y merendábamos una tortuguita. En ese mismo lugar escuchamos el anuncio del Plan Primavera y la Economía de Guerra. A Charly y a Litto y a Madonna.
Recordaba cuando íbamos a cubrir los actos políticos… ¡si hasta fuimos a Sportivo América a ver a Alzogaray!
Me vino a la mente el primer día de clase con Furia, cuando cada uno de nosotros se presentó y enseguida surgió la polémica política entre nosotros, que hasta hoy dura, cuando Ricardo plantó bandera de Peronista criticando la circunstancia en que la habían bajado a Isabel y Gachi sacó a relucir su oposición hermosamente gorila y todos discutimos. Cuando digo “todos” digo casi todos nosotros, porque si algo no hemos aprendido es a callarnos la boca, entonces Furia para cortar el tema nos mandó a escribir, como “diagnóstico”.
Sentí orgullo ayer de saber que nuestra generación tiene un Sclauzero y un Sietecase prestigiando los medios porteños (este último un poco gaga a esta altura); que hay un Baraldi que tiene una agenda envidiable para cualquier productor periodístico; que el Trinche se leyó todo y sigue, hasta autores que verdaderamente hay que tener estómago para leer y que todavía debe tener ese par de zapatillas de dos colores distintos, que una noche le dijo a Olga cuando preguntó, “en casa tengo otro par igual”; que Reinaldo sigo tan fiolo como cuando éramos más jóvenes y, espero, Marcelo haya dejado de cortar medidores a los enganchados y el Negro Quique, que tipo fino para el humor.
De Ricardo y Gachi no digo más nada, ya dije casi todo…y el “casi” que falta me lo guardo, más de Peixoto que es un disociador.
Y no me puedo olvidar de Trini, quien hoy justificaría todo discurso antidocente que anda dando vueltas y Cristina, fundamentalista del amor peronista (si el tipo no adhería a la doctrina de Perón, aunque le volara la cabeza, no le daba pie y a otra cosa). Ni de la de buen culo de Pérez, una rubia que no recuerdo el nombre pero si la carrocería. El Trinche, que todo lo sabe, debe acordarse. ¿Y el Gato amiga de Gachi?, ni me acuerdo el nombre pero iba al frente sin importar raza ni religión ni nacionalidad (¡pobre uruguayo!).
Somos una generación que asistió a una boda de película, donde la novia dijo NO y que hizo el mejor (y el primer) periódico mural de la historia del ISET. Ni hablar de la mudanza del busto del gran Sarmiento y las repercusiones en los medios.
Somos de cuando se leía La Prensa, Tiempo Argentino y Página/12, nosotros leíamos todo eso y más, sin prejuicios, con discrepancias, con discusiones. Estaban todavía Humor, Pelo, Expreso Imaginario, Pan Caliente, El Periodista, El Péndulo, El Porteño (arruinada por Lanata, porque si algo le reprocho al Gordo es haber destruido El Porteño, que tan bien la llevaba Gabriel Levinas ¡genio!) y, la más grande y descolgada, Cerdos & Peces ¡¡¡qué revista imbatible e inigualable!!!
Pero ayer murió Alfonsin y nosotros perdimos algo. Un referente, para bien o para mal. Un tipo que marcó el fin de nuestra adolescencia política y nos hizo adultos de golpe. Ya queda uno solo como esa clase de político y es Cafiero.
Nuestra generación no pudo sacar uno como ellos y esa deuda la tendremos siempre.
Igualmente me enorgullecí de nosotros, de seguir peleando día a día, donde estemos, porque eso no es más ni menos que lo que nos une.

Afectuosamente a todos…

No hay comentarios:

Publicar un comentario